martes, 11 de junio de 2013

¿El negocio inmobiliario de Villarán?

Rafael Romero 

Cuando hay dinero, la izquierda caviar se aloca. Ayer fueron las donaciones millonarias en dólares a las ONG de derechos humanos, y ahora los recursos le caen a esta especie política zurda aupada a la actual gestión municipal. Pero el negocio inmobiliario no podía ser la excepción, por lo que la alcaldesa Susana Villarán no encontró reparo alguno en promover y firmar el Acuerdo de Concejo N° 897, que autoriza al Servicio de Parques de Lima (Serpar) la venta en subasta pública de 33 lotes de terreno con un precio base de S/. 8’142,500.
La alcaldesa sostiene que con los ingresos de esta venta, donde ella sacrifica los parques dejando la bufanda verde limón por el opaco gris cemento, se comprará una chipiadora (S/.250,000), un camión baranda (S/. 90,000), equipos para centros culturales en parques (S/. 900,000), dos motocultivadoras (S/.35,000), dos cortadoras de césped (S/.50,000), 10 motoguadaña (S/.30,000), una retroexcavadora (S/. 202,500), 150 radios de comunicación para parques (S/. 78,000), equipos para sistema de boletería (S/. 260,000) y un equipo de cómputo para parques (S/.200,000). 
Pero lo más grave es que en general los ingresos por la venta de los 33 terrenos de Serpar, según el “artículo cuarto” del Acuerdo de Concejo de marras, deberán incorporarse, “efectuando las modificaciones necesarias al Plan de Acción y Presupuesto del año 2012”, es decir consignándolos en los ingresos del año pasado. 
Esto llama a sorpresa porque, cabe preguntar a los funcionarios de Serpar, ¿cómo, no es que Serpar tenía superávit en el ejercicio 2012? ¿Por qué vender terrenos si se han llenado la boca diciendo que tienen una gestión muy eficiente y que cuentan con muchos ingresos propios, producto de los boletos que el público paga para ingresar a los antiguos parques zonales?
Ahora, los considerandos del Acuerdo de Concejo N° 897 citan una serie de normas para justificar esta venta, acaso presionado ese acuerdo por los negocios inmobiliarios que le tocan a la puerta; sin embargo, igual o más cantidad de normas existen para defender la creación y el mantenimiento de áreas verdes, parques, viveros y centros recreacionales, objetivos y deberes a los cuales está renunciando la burgomaestre y sus funcionarios en Serpar, al punto de privar, por ejemplo, de 4,541.55 m2 a “Los parques de El Agustino”, en el distrito del mismo nombre, donde es sabido no hay las suficientes áreas verdes y es de lejos la zona con más polución en el ambiente y mayor contaminación en el aire. ¿Se ha olvidado la seudo izquierda que gobierna Lima, que en nuestra capital hay un déficit de áreas verdes per cápita, muy por debajo de los estándares internacionales?

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